Lee Krasner fue una importante representante del expresionismo abstracto en la década de los años 50 en la escena neoyorquina.
En sus primeros años se dedicó a pintar murales con tal de tener trabajo, pero con su cercanía a los artistas abstractos regresa al estilo que más le atrae. Sus obras están llenas de un simbolismo particular que enmarca en su experiencia personal de vida.
En 1945 se casó con Jackson Pollock, líder del movimiento expresionista abstracto en EUA. John Berger calificaba a este movimiento como propagandístico del capitalismo americano.
Esta década fue una época convulsa para los artistas, el mercado del arte se volvía más dinámico, la oferta aumentaba y por tanto la competencia, los artistas producían a pasos agigantados y en el marco de la guerra fría, el desencanto y la creciente desconfianza en el sistema, los artistas se ahogaban en la vorágine. Es la época en la que artistas como Rothko y Gorky se suicidan y otros mueren jóvenes.
En este contexto, el matrimonio de Krasner con Jackson Pollock representa una complementariedad enorme que en pocas parejas de artistas se puede destacar. Krasner era mucho más conocida que Pollock cuando empezaron su relación, juntos construyeron carreras paralelas y se servían de juez mutuamente. “Funciona” era su mayor cumplido cuando opinaban respecto a la obra del otro y en parte pintaban para sorprenderse uno al otro, “era una forma de comunicarse, de acariciarse” menciona Berger en Sobre los artistas.
Izquierda: Jackson Pollock, No.5, 1948
Derecha: Lee Krasner, Polar Stampede, 1960
Pollock fue un artista atormentado, alcohólico e impulsivo, volcando el remolino tormentoso de su subconsciente en sus obras, al verlas en paralelo con las de Krasner encontramos contención al torbellino volcado en sus lienzos. Lee, con influencias de Matisse y Picasso crea una estructura aún en un lienzo abstracto cargado de expresión.
Sus pinturas son sensuales y ordenadas, dan la bienvenida al espectador mientras que las de Pollock son violentas, son un rastro de la existencia del hombre y un rechazo a la misma.
Él pinta una explosión, ella un consuelo, una contención.
Una obra que da una muestra directa de esta comunicación y el anhelo de pintar para vivir es Bald Eagle, 1955 de Krasner. Posterior al accidente automovilístico que le quitaría la vida a Pollock, ella toma un lienzo abandonado por él en el que había chorros de pintura negra y lo interviene añadiendo gruesas pinceladas de color que evuelven el cuadro y acompañan el vuelo de un ave, su intervención pareciera el último abrazo que daría a su compañero de vida en un plano artístico, quedando plasmado para siempre en el lienzo.
Bald Eagle, 1955
Krasner pintaba con el lienzo en horizontal sobre una mesa en lugar de colocarlo en un caballete, tenía ideas específicas sobre el valor comunicativo de la pintura y su técnica consistía en aplicar gruesas pinceladas de pintura repetitivamente con los cuchillos y paletas directamente de los tubos de óleo.
Sus pinturas muestran una gran destreza y control geométrico, en Composition, 1949, los símbolos recuerdan a los jeroglíficos egipcios que servían como medio de expresión y comunicación en dicha cultura. Se inspira en Mondrian para la segmentación del cuadro y la creación de una cuadrícula invisible que ordena sus elementos. Estudió Hebreo cuando era joven, en esta pieza retoma elementos de su estudio al pintar de derecha a izquierda, y añade las líneas blancas que hacen referencia a ideas del Kabbalah y el misticismo que eran parte de su vida.
Composition, 1949
Esta versión del expresionismo abstracto contrasta directamente con la de Pollock, siendo la pareja las dos caras de una misma moneda. Krasner vivió muchos años más que Pollock para dejar un rastro de la estructura que puede existir en la expresión.
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